Itinerario por la Medina de Tetuán (2). Suika, Mellah, Al-Ayun, Tranqat.
BAB OKLA ♦ SUIKA ♦ MELLAH ♦ TRANQAT ♦ AL-AYUN
1.PUERTA Y CALLE BAB OKLA
La puerta BAB OKLA hay que encontrársela desde fuera y a buena distancia. Es la puerta de la medina con más personalidad, de aspecto recio y castrense, con la masriya superior para alojar al guardián, y junto a ella, la torre de defensa empoderada con cañones, donde se encuentra el MUSEO ETNOGRÁFICO. Imita en su diseño las puertas almohades y meriníes. Es del siglo XIX. Se conoce por puerta de los Sabios y puerta el Mar, pero se suele nombrar como puerta de la Reina, por la vigilancia que montaban los soldados de Isabel II durante la ocupación española de 1860.
Antes de entrar en la medina puedes visitar la ESCUELA DE ARTES Y OFICIOS.
Cruzando la puerta da la fresca bienvenida la fuente abrevadero; otra vez viene a la mente las pinturas de Bertuchi. Con los colores de la arcilla comienza una deliciosa cotidianidad que hace de las calles BAB AL-OKLA y MASDAA uno de los paseos más interesantes y alegres de la medina (se prolonga hasta calle Tarrafín y sale a plaza Feddan). “Es un muestrario de costumbres tetuaníes, de sonidos cotidianos, de apetitosos colores que despiertan estómagos.” Eso sí, no para olfateadores sensibles, porque en este zoco hay carne y pescado, con los boquerones coronados por huevos duros y las gallinas esperando en jaulas a que alguien les eche el ojo. También hay fruta, verdura, pan, lácteos, especias, legumbres, despieces, cajones, torres y jaulas, todo a granel. Y siempre apetece probarlo todo y comprar el picnic y la merienda. El mejor paseo es por la mañana hasta el mediodía (ese mediodía de las 3 de la tarde).
Se puede continuar caminando por la vía principal hasta la calle Saqiya Fawquiya, que comunica con calle Tarrafín. En el cruce entre Masdaa y Fawquiya, hacia el norte, hay un pequeño desvío que finaliza en una farmacia; girando a la derecha y de nuevo a la derecha se llega a un callejón donde está el ESPACIO CULTURAL DAR EL ODDI.
O bien, cualquier bocacalle en el frente izquierdo de la calle Masdaa, nos lleva al barrio SUIKA.
2. BARRIO SUIKA
Desde la calle Bab Okla, cualquier bocacalle hacia el sur te adentra en el barrio SUWAIQA (Suika) o del Mercadillo. Es el barrio de los sacos de colores. Dan ganas de soplar o meter la mano hasta el fondo y embadurnarlo todo de tinte.
Según porqué calle accedas al barrio encontrarás el ajetreo de la compraventa, o la tranquilidad residencial de una vida calma que, a medida que avanzas, se diluye, quedando apenas el rastro de los niños y de algún adulto que transita en su quehacer diario.
Suika es el barrio que queda al sur de la medina, cuyos caminos descendentes te llevan hasta el perímetro amurallado orientado hacia el macizo del Gorgues, donde están el borj al-Haffa (parada para tomar un té o contemplar el Gorgues), y la puerta Bab Remuz, conocida también por puerta de los Plátanos o de la Luneta.
3. BARRIO DE LA MELLAH
Desde Suika al este o desde la calle El Quds (la que baja desde plaza Feddán junto a la puerta Bab Ruah, la reconocerás porque está llena de dulces y frutos secos) puedes acceder a la MELLAH. Es un barrio muy particular, diferente al resto de la medina en su concepción y en su vitalidad. Es muy atractivo, a pesar de no ser de las zonas estéticamente más llamativas de la medina. Es de calles rectas y muy estrechas, sombrías porque los pisos de tres o cuatro plantas alejan el cielo, pero son alegres por el bullicio comercial y la simpatía de sus moradores. Su apariencia arquitectónica tiene carácter occidental: las ventanas se asoman a la calle y las puertas se estilizan, y algunas distraen con sus motivos modernistas.
“Pasea tranquilo porque cualquier vecino te avisará cuando te vea desencaminado.”
La mellah o judería se comienza a edificar en 1807, tras la destrucción en 1790 de la judería vieja en el barrio Blad (mellah el-Bali). El trazado de sus calles es muy curioso, visto en plano parece una espina de pez. Un pretendido juego laberíntico protegía a los judíos de las razias que sufrieron durante un tiempo. Todas las calles se disponen en línea recta: un eje norte-sur del que se ramifican calles perpendiculares formando una rejilla aparentemente fácil, pero deja de serlo cuando no todas las calles comunican entre sí, por lo que la mayoría son adarves sin salida.
De las numerosas sinagogas (dicen que fue llamada la pequeña Jerusalén), se conserva la del rabino Isaac Bengualid. Es una casa más de la mellah, sólo que adecuada para tal uso.
Lo más espectacular de este barrio son las sedas, una sinfonía de colores y brillos que inunda el paseo, formando montañas y composiciones imposibles de carretes en las minúsculas tiendas, donde pararse a mirar y pedir tonalidades de Sherezade. Nos encanta regalar colores, dilatar el tiempo eligiendo de tienda en tienda, porque cada negocio ofrece gamas sutilmente distintas. Algunas calles hipnotizan con el sonido del hilado entre los viejos motorcitos de los secadores y la vibración de las fibras que recorren las largas calles, enganchadas por las paredes de manera invisible. Alguna máquina de coser alterna con las puntadas a mano, y así en este barrio se hace la seda, se hila, se cose, se preparan bordados y trajes, los sastres confeccionan chilabas y convierten el paso por la Mellah en un paseo inolvidable, donde no falta la tentación de los dulces con los que mancharse las manos después de tocar las sedas.
Además encontrarás lugares donde comer muy barato y casero. Y una librería de segunda mano que puede llenar tu viaje de literatura en árabe, español, francés e inglés.
4. BARRIO TRANQAT
Tranqat y Al-Ayun son los barrios que surgen tras la expulsión en España de moriscos y sefardíes en 1609. Están situados al noroeste de la medina, y como todos los barrios, tienen su propia personalidad.
Desde el interior de la medina se accede a través del pasaje del Baño, el arco situado en el extremo oeste de Suq al-Fuqui. Desde el exterior se llega a través de las puertas de la muralla Bab Nuader y Bab Tut, aunque también puede uno colarse desde el perímetro norte de plaza Feddán, por pasajes escondidos entre los cafetines.
Las calles AL-AYUN y ABDELLATIF MEDOURI son la esencia de la vida, donde está el mercado. La calle Al-Ayun es la espina dorsal de estos barrios, une el pasaje del Baño con Bab Nauder o puerta de Fez. Aquí las portadas de las zauias se convierten en el escaparate de la mercadería de los puestos ambulantes. Las mezquitas se distinguen por el típico alminar morisco de planta cuadrada. La calle Abdellatif Medouri es difícil de recorrer por el poco espacio que queda para los viandantes, pero no por ello es menos atractiva, más bien todo lo contrario, especialmente en la zona que se acerca a Bab Tut o puerta de la Morera, donde la energía incontenible de la venta se desparrama y continúa fuera de la muralla.
♠ Para los más aventureros y con tiempo:
5. BARRIO AL-AYUN
Ayun significa «de los manantiales», porque bajo tierra corren las aguas de skundo que llegan desde Bab al-Maqabar. Desde esta puerta hasta bab Nauder, hacia el norte, está el barrio de AL-AYUN. Un merecido paseo. Es un barrio aislado del turismo, de vida residencial, con zócalos de múltiples colores: azules, verdes, rosas, rojos, ocres; de subidas empinadas, a veces de superficies imprecisas, otras con escalones informes, sin huella definida, anchos o muy estrechos, de alturas forzadas donde se resienten las rodillas, pasajes donde debes agacharte, todo un reto para alcanzar la cima del barrio con la alcazaba de los Adives y el abandonado Cuartel de Regulares, que guarda más de una sorpresa, además de la vista de la medina, de toda Tetuán y del Gorgues. ♠
Comentarios recientes